Para empezar, partiendo de estos conceptos, cada vez está más extendida la idea de que la salud oral interfiere, de forma significativa, en el bienestar general de las personas. Pero, además de su impacto, la presencia de un trastorno bucodental, como son las enfermedades periodontales, no sólo influye directamente en la calidad de vida , sino también de una forma más sutil por los efectos del aumento de la infeccion sistemica. Y es que en los últimos años se han ido acumulando numerosas evidencias que demuestran cómo la periodontitis tiene interacciones muy importantes con muchas otras patologías generales. Por tanto, la enfermedad periodontal no solo genera un déficit importante en la calidad de vida, sino que también puede afectar a la salud cardiovascular.
La inflamación es un factor causal esencial de las enfermedades cardiovasculares asociadas a la aterogénesis, cuyo evento agudo más frecuente es el infarto de miocardio; además, se ha confirmado el papel que diferentes mediadores inflamatorios pueden tener en la movilización de la placa de ateroma. Las enfermedades periodontales se encuentran entre las afecciones crónicas más frecuentes del ser humano. Para comprender mejor la etiopatogenia de las enfermedades cardiovasculares es necesario conocer la anatomía de los vasos sanguíneos. Las arterias son las encargadas de distribuir por todo el organismo la sangre desde el corazón , excepto en las arterias pulmonares. La musculatura de sus paredes les permite contraerse y dilatarse para controlar la cantidad de sangre que llega a los órganos. Los vasos sanguíneos presentan tres capas: íntima, media y externa o adventicia. La capa íntima está constituida por el endotelio, la lámina basal y la capa subendotelial, que está presente tanto en arterias como en venas. La capa media está compuesta por fibras musculares lisas, fibras elásticas y de colágeno, según el tipo de arteria. La causa principal de la enfermedad coronaria es la aterosclerosis.
La aterogénesis es una enfermedad que afecta las arterias y se caracteriza por la acumulación de grasa en el revestimiento interno de las arterias, lo que hace que éstas se estrechen y sean menos flexibles. Esto reduce la cantidad de sangre y oxígeno que se entrega a los órganos vitales. En los últimos años se ha sugerido que una de las fuentes de inflamación más comunes en el cuerpo es la enfermedad periodontal. La inflamación ha sido mostrada como factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular, encontrándose en el origen de la ateroesclerosis y en las complicaciones de ésta. Los mecanismos biológicos que justifican esta relación son coherentes con los conocimientos médicos y biológicos existentes.
En resumen partiendo de estos conceptos, cada vez está más extendida la idea de que la salud oral interfiere, de forma significativa, en el bienestar general de las personas. Pero, además de su impacto, la presencia de un trastorno bucodental, como son las enfermedades periodontales, no sólo influye directamente en la calidad de vida, sino también de una forma más sutil por los efectos del aumento de la infección sistémica. Y es que en los últimos años se han ido acumulando numerosas evidencias que demuestran cómo la periodontitis tiene interacciones muy importantes con muchas otras patologías generales. Por tanto, la enfermedad periodontal no solo genera un déficit importante en la calidad de vida, sino que también puede afectar a la salud cardiovascular La inflamación es un factor causal esencial de las enfermedades cardiovasculares asociadas a la aterogénesis, cuyo evento agudo más frecuente es el infarto de miocardio.
(Profesor asociado de Periodoncia en la Universidad de Valencia, Revista Cuida Tus Encias 2020)
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